Comunicado: Construir colectivamente Ahora Madrid para ganar en 2019


| 10 de septiembre de 2018 -
Anticapitalistas Madrid |


Las elecciones municipales de mayo de 2015 en Madrid pusieron fin a largos años de gobierno de la derecha en nuestro ayuntamiento. Años durante los cuales el PP ejecutó toda una política de duros recortes en servicios públicos básicos degradando la ciudad y nuestros barrios. Sin embargo, el largo proceso que permitió la aparición de Ahora Madrid consiguió un éxito electoral incuestionable: arrebatar el ayuntamiento a la derecha y abrir la posibilidad de una transformación real en las políticas del consistorio. Este triunfo electoral no fue, en todo caso, fruto de las virtudes de una candidata particular (desconocida para toda una generación antes de ser elegida en unas primarias democráticas para encabezar el proyecto), ni siquiera de un grupo de candidatos/as a concejales/as. El éxito de Ahora Madrid se debió, mayormente, al proceso de desborde popular que se produjo durante las semanas de la campaña electoral y que tuvo su anclaje en la apertura de un proceso colectivo que, recogiendo el testigo del 15-M y de los movimientos de la ciudad, aglutinó a partidos de izquierdas, colectivos sociales, activistas barriales y centenares de personas de nuestra ciudad que aportaron su esfuerzo y su ilusión en la construcción de una alternativa municipalista, transformadora y democrática para Madrid. Un proceso que, además, se forjó en un acuerdo capaz de integrar y sumar a la pluralidad del complejo tejido político y social madrileño sobre las bases de un programa participativo y unas primarias proporcionales donde la diversidad y la pluralidad eran entendidas como una fortaleza y no como una debilidad.

Sin embargo, no podemos engañarnos respecto al balance de lo que han sido estos años de legislatura de gobierno de Ahora Madrid. Si bien es evidente que se han desarrollado muchas políticas concretas en favor de las clases populares de Madrid, lo cierto es que partes importantes del programa con el que Ahora Madrid concurrió a esas elecciones no se han llegado a desarrollar o, incluso, se han aprobado proyectos en una línea contraria al mismo. Nos referimos a la política de vivienda, al escaso desarrollo de una ejecución consecuente de remunicipalizaciones y, muy particularmente, a la política de urbanismo donde la Operación Chamartín es el buque insignia de una dinámica que sigue anclada en el ladrillo, la especulación del suelo y el desequilibrio territorial. Una política más orientada a la subordinación a los poderes económicos y financieros que a desarrollar un modelo alternativo de urbanismo y de ciudad.

Del mismo modo, el desarrollo del proyecto de Ahora Madrid ha ido languideciendo, sin estructuras reales de debate, decisión y control sobre el grupo municipal y favoreciendo un modelo cada vez más corporativo y personalista en donde la lógica de la delegación y la representación ha sustituido al debate colectivo y la democracia de base. Un proyecto que, lamentablemente, en vez de querer enfrentar las lógicas y las trampas de las instituciones las ha ido asimilando y adoptando en sus propias estructuras.

En las últimas horas, se ha tenido conocimiento público de la decisión de Manuela Carmena de participar como candidata en las próximas elecciones municipales al frente de una agrupación de electores. Es necesario y legítimo que, quien quiera, presente su proyecto político. Sin embargo, nos negamos a aceptar el chantaje y el decretazo que implica la propuesta que hace Manuela Carmena. Una decisión que, en última instancia, dinamita los acuerdos sobre los que se construyó el proyecto de Ahora Madrid, liquidando de facto el proyecto común, y que solo busca favorecer un modelo político de representación y gestión personalista, sin contrapesos y sin mecanismos democráticos colectivos elementales, gestionando de forma particular un capital político que hemos construido entre todas. De esta manera, consideramos que la decisión sobre la forma concreta en la que el proyecto de Ahora Madrid debe concurrir a las próximas elecciones municipales corresponde al conjunto de Ahora Madrid. Tanto la fórmula jurídica concreta, como el modelo de primarias o el programa que se presente debe ser el resultado de un trabajo de debate, de acuerdo y de integración que trate de multiplicar y no de restar mediante una política de exclusión y vetos. Así, consideramos imprescindible que las señas de identidad de la ola municipalista que en nuestra ciudad encarnó Ahora Madrid en 2015 se mantengan para las próximas elecciones: unidad popular, apertura y democracia. Esto es: primarias proporcionales y un programa participativo. A esto, vista la experiencia de esta legislatura, se le deben añadir instancias de control que vigilen por el cumplimiento de los acuerdos éticos y programáticos de los que se dote la candidatura, así como el desarrollo de estructuras barriales para la toma efectiva de decisiones.

Por otro lado, atendiendo a noticias en prensa estos últimos días, nos parece especialmente preocupante que Manuela Carmena parezca más interesada en la integración e incorporación del PSOE a su propuesta electoral que no de quienes han construido el proyecto que le llevó a la alcaldía antes incluso de que ella formara parte del mismo. Ahora Madrid se construyó también, como herencia del 15-M, en contraposición y alternativa al bipartidismo. El cambio radical que necesita Madrid solo puede venir desde la lealtad con los movimientos sociales de base y sus reivindicaciones, respetando su autonomía, y no ofreciendo una alfombra roja a quienes durante tantos años han desilusionado con sus promesas de cambio incumplidas.

Estamos aún a ochos meses de las elecciones municipales. Aún hay tiempo, si hay voluntad real, para (re)construir un espacio municipalista en Madrid capaz de alcanzar acuerdos para reeditar una candidatura democrática y pluralista, con un programa de transformación nítido y que se construya también desde los barrios. Imponer, por el contrario, una política sectaria de vetos, exclusiones, un liderazgo personalista y un programa sin elaboración colectiva que busque el consenso con los poderes económicos es, en la práctica, desmontar la experiencia y el impulso que llevó a Ahora Madrid al gobierno de la ciudad en 2015. No creemos que sea el mejor camino para abordar las tareas pendientes en Madrid. Hay que recordar que las elecciones se ganaron por apenas 15 mil votos y que, por tanto, proponer fórmulas electorales que resten fuerza al proyecto simplemente para ganar autonomía personal con respecto a las estructuras colectivas es una decisión irresponsable que puede costarnos caro a toda la izquierda madrileña, abriendo el camino para la victoria de una derecha agresiva y revanchista.

En la tarea de coser y componer un proyecto municipalista, democrático, de base, colectivo, plural y radicalmente transformador para Madrid, Anticapitalistas pondrá su empeño en los próximos meses.

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