1. El gobierno de Ayuso constituye un grave peligro para la mayoría social en Madrid. Supone un peligro porque sus políticas y prácticas antisociales hacen, conscientemente y con saña, más dura, más difícil, más triste y más corta la vida de las clases populares.

Ayuso quiere convertir a Madrid en un señorío del poder financiero e inmobiliario, donde libertad significa que los ricos hacen lo que les da la gana, explotando a la gente trabajadora, depredando el territorio, vampirizando recursos de todo el Estado en favor de una minoría peligrosa que amasa beneficios mientras la mayoría social sufre las consecuencias de la crisis.

Y Ayuso es un peligro aun mayor porque quiere convertir este modelo, en alianza con las extremas derechas internacionales, en un tenebroso proyecto de éxito a exportar en todo el Estado.

Por eso, desalojarla de la Presidencia de la Comunidad de Madrid y frenar al bloque reaccionario, es y debe ser una prioridad para todas las organizaciones políticas y sociales de la izquierda en Madrid.

2. Existe un sentir mayoritario que llama a buscar fórmulas de cooperación y unidad para echar a Ayuso. No cabe duda de que es imprescindible utilizar y optimizar todos los recursos de los que disponemos para desalojarla.

Compartimos la prioridad de desalojar a Ayuso, a la derecha extrema y la extrema derecha del poder en Madrid, y trabajaremos activamente por contribuir a ello. No obstante, es público que nuestra organización tiene diferencias políticas de fondo con las organizaciones de la izquierda institucionalista que concurren a estos comicios. Creemos que su orientación compartida de apoyarse en el PSOE, e incluso llegar a acuerdos con Ciudadanos, es una estrategia equivocada. Ésta supone intentar arrancar, en minoría, mejoras a fuerzas políticas comprometidas con el neoliberalismo. De esa posición se deriva una espiral de renuncias de la que es difícil salir y, lo que es peor, no se consigue ninguna mejora sustancial. Además, nos deja en peor posición para luchar. Esta espiral desarticula la fuerza acumulada durante años de luchas, anima a maquillar derrotas como victorias, induce confusión, crea desánimo, pasividad. Y sabemos lo duro que es volver a empezar.

Esta orientación política ha estado además acompañada de formas organizativas verticales, que con golpes de efecto y personalismos que enmascaran la falta de proyectos independientes. Esconden debilidad organizativa y social, y alejan a la gente a la que se dice representar, a la que sólo se le deja hacer un click o depositar una papeleta. El resto lo hacen los partidos.

Desde Anticapitalistas consideramos que es urgente abrir una vía nueva en la izquierda madrileña en un sentido totalmente opuesto. Hay que invertir prioridades. La derecha cuenta con un entramado de poder que va más allá de la Asamblea de Madrid. Para desalojar efectivamente a Ayuso necesitamos un amplio poder social, y éste no se construye con golpes de efecto sino con esfuerzo, recursos, apertura y dedicación.

Pero no nos engañamos ni vamos a hacer de la necesidad virtud. Sabemos que hoy día nuestra posición no es la mayoritaria. También que esa izquierda no tiene hoy día capacidad de hacer valer esa posición electoralmente. Desde Anticapitalistas trabajaremos por abrir esa vía para los próximos años.

En coherencia con lo anterior nos gustaría hacer públicas dos cosas: 1) Anticapitalistas no participará en ninguna candidatura en estas elecciones 2) Anticapitalistas cree que es imprescindible una movilización electoral para desalojar a Ayuso y pide el voto crítico para las dos formaciones que están a la izquierda del PSOE.

3. Frenar al bloque reaccionario y echar a Ayuso el 4 de mayo de la Presidencia de la Comunidad de Madrid es una prioridad. Pero la derecha y los ricos en Madrid han construido su hegemonía más allá de las puertas del parlamento. Para que Ayuso no levante cabeza jamás necesitamos desarticular la tupida red, material y cultural, sobre la que descansa su dominio. Estas elecciones constituyen una buena oportunidad para empezar a apuntar a estos pivotes, para generar propuestas programáticas valientes y ejes de lucha. Necesitamos acabar con la educación concertada y con la sanidad privada. Es necesario acabar con la especulación inmobiliaria y los regalos fiscales a los ricos, como también expropiar cuantas viviendas sean necesarias para garantizar un parque público digno y asequible para todas. Necesitamos dar un vuelco de 180 grados y sentar las bases para una transición ecológica urgente que haga habitable nuestras ciudades y municipios.

Necesitamos inculcar la idea de que libertad supone no vivir sometidas a la angustia de existir sin derechos, de no saber si vamos a tener asegurada nuestra vida material. Libertad es no depender del dinero para poder vivir, es renta básica y son servicios públicos gratuitos. Quienes nos niegan esa libertad son los jefes de Ayuso, la minoría peligrosa de ricos y vampiros que quieren construir una sociedad egoísta en la que los beneficios están por encima de la vida.

Aprovechemos la movilización electoral para poner esto sobre la mesa, y que la necesaria movilización del 4 de mayo no sea más que el pistoletazo de salida para acabar con Ayuso y con su proyecto distópico de convertir Madrid en un señorío privado de los ricos En esta tarea nos encontraremos las anticapitalistas.